El Porqué del Slow

Dentro de esta, mi filosofía Slow Flow, que os introduje en la entrada de presentación, quisiera, si me lo permitís, describir con mayor precisión los conceptos que dan nombre a ese movimiento. Hoy empezaremos con el primero.

El concepto Slow se caracteriza por una actitud en la que debemos darnos nuestro propio tempo, seguir nuestro ritmo o cadencia (más rápido o lento dependiendo de cada uno de nosotros, y que debe ser respetada por los demás). Ante determinadas situaciones, nuestro estado mental, emocional, físico se ve alterado en función de nuestro propio carácter, nuestros miedos, nuestras experiencias previas o nuestras capacidades físicas, etc.



El movimiento slow no se refiere a una actitud pasiva, sino mayormente activa, pero consciente en lo que hacemos cada momento; basada en el estado de paz interior propio e individual. La sociedad tiende a ir cada vez más deprisa y, sobre todo, a no darse cuenta de ello. El estrés invade a la gente y a sus mentes. A su lado es fácil, si nos lo permitimos, caer en esas prisas constantes (es probable que en alguna ocasión hayáis sido conscientes de que vuestro paso o marcha se acelera fácilmente y de forma inconsciente al entrar en el metro e integrarte en esa muchedumbre que corre para no perder el tiempo).

Entendiendo la felicidad como un estado de nuestro propio ser, es difícil entrar en ese estado de fluir (disfrutar del momento presente) si estamos nerviosos, alterados o con prisas por alcanzar algo... Ese algo es ahora, por lo que esa sensación o actitud de búsqueda será precisamente la que nos saque de este estado de bienestar.

Descubriremos poco a poco (en futuras entradas más específicas sobre estos temas) distintas técnicas o estrategias para alcanzar ese estado de tranquilidad o slow interior. Algunas de ellas serían:

Técnicas Respiratorias: Concentrar nuestra atención en la respiración, ayudarnos de una ventilación profunda y mantenida, tanto durante la fase inspiratoria como en la expiración. Ya sea nasal o bucal, no debemos forzar demasiado esa respiración sin apreciar como ésta, poco a poco, se hace más profunda y lenta.

Técnicas de Observación: Disfrutar como observadores de este momento único e irrepetible (el ahora) fijarnos en detalles visuales de nuestro entorno, en olores que nos rodean, sumergirnos que en sensaciones propias de nuestro cuerpo, o simplemente jugar a adivinar las conversaciones de los demás, de intuir sus acciones, etc.

Meditación: Intentar llevar nuestra mente a un estado de calma, de no estar...; permitirnos un momento "off" con la mente en blanco, que nos saque de nuestras preocupaciones si éstas existen. La sensación que en ocasiones percibimos cuando meditamos es que no somos consciente del tiempo transcurrido en ese estado de "no estar". Después de meditar un rato nuestro estado físico y mental nos facilita sentir este estado del fluir.


Un consejo propio y práctico del "Slow Flow".

Aprovechar esos minutos de espera, que en ocasiones algunos "sufren", cuando un amigo, un medio de transporte, un trabajador de determinado servicio o la mítica cola del supermercado nos hacen "perder los nervios". Esta es una ocasión adecuada para empezar a practicar la actitud responsable de ser los dueños de nuestro estado de bienestar mental; y para ello podemos utilizar alguna de las técnicas de relajación, observación, o meditación... Una actitud positiva sería aprovechar el tiempo hasta que esa persona llegue, una forma inteligente de optimizar ese espera para aprovechar cada segundo; un cambio de actitud responsable que nos permitirá, en vez de criticar la tardanza de su llegada y empezar mal ese encuentro, agradecer esa oportunidad, aunque sean solamente 5 minutos, para dedicarnos a nosotros mismos y a nuestro interior. Veréis cómo vuestra actitud ante esa situación de espera "aparentemente mala" cambia, y si no me creeis, probadlo... la base del aprendizaje es la experiencia propia... Os animo a intentarlo; ¡suerte!

Desde el comienzo de esta actitud "Slow Flow", las continuas esperas a mi amigo Fortea (cuya característica, aunque en mejoría constante, es la de llegar con ligera tardanza a cada quedada), ha mejorado esta situación incomoda o de conflicto entre ambos; en vez de crearme malestar y generar una actitud de crítica que no dudaba en mostrarle verbalmente, con un "ya te vale" si eran 10 minutos, o con una rica comunicación no verbal (careto de mosqueo, mirada fija, labio inferior mordido y gesto italiano con la mano extendida hacia atrás mostrándole que es demasiado tarde.... Echadle un vistazo, Son muy útiles: http://wiki.jarfil.net/Italiano,_gestos). Ahora lo recibo con un abrazo y una sonrisa como se merece... ¡¡¡Gracias Fort!!! A tu lado, tú si que no cambias o por lo menos vas poco a poco a tu tiempo y lo respeto, creo que seguiré durante muuuuchos años disfrutando de mi paz interior...


El movimiento slow puede extenderse a la comida (slow food), a las vacaciones (ni despertador, ni reloj u horarios previstos) incluso a los hobbies (el ejermplo, de llegar yo a mi ritmo y tu al tuyo a la cima de la montaña)...

Recordaros que lo importante es disfrutar del camino o la vida, y cuando más tranquilos estemos más sabores, matices o provecho sacaremos a cada momento.

Un besín y hasta la próxima...